Poema de Marcelino Menéndez González













PARAÍSO INTERIOR

Hace poco tiempo, me encontraba sentado

en el borde de un muro, ensimismado viendo

toda la magnitud de un bello atardecer.


En un momento determinado, sentí la capacidad

de entender las “es” de entusiasmo, energía

y empatía, y pensé en la máxima filosófica

de “así como piensas, eres”…


Recapacité en que, nuestros pensamientos

han hecho lo que somos, pero que, sin embargo,

tenemos la capacidad de convertirlos en lo

que deseamos y, para conseguirlo, necesitamos

dirigir nuestra propia energía para crearlos,

con una voluntad consciente de ello, ya que

todo comienza y termina en nosotros.


Y con la facultad de “sentirse dentro”, entender

los pensamientos y emociones ajenas, compartiendo

los sentimientos, poniéndose en lugar de los demás,

con la sensación más diáfana de la empatía.


Todo acompañado del entusiasmo, como una fuerza

proyectada y libre que corre como el agua del río,

sintiendo que uno mismo es su propio cauce y con ello,

la afirmación también de si mismo, con la cualidad

de resolver las cosas transformándolas siempre

en algo positivo.


Así, como una nueva y renovada energía, vivir

la percepción de que lo mejor está aún por venir;

podría decir que hoy he visto junto al crepúsculo

un paraíso interior, como un Dios activo dentro de mí.


Marcelino Menéndez González