Existo en las palabras
porque sólo dejan de amar los muertos.
He hablado a la luna
en taciturnos paseos
proclamando tu nombre
de púrpuras auroras.
Huérfano de orgullo
repito una liturgia
de versos cenicientos,
y un blanco presagio de amapolas
anuncia tu vuelta
cabalgando
sobre espumas de deseo.
Juan Carlos Heredia