El premio le ha sido entregado por el rector de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP), Salvador Ordóñez, y la presidenta de la Fundación Cervantina de México, Ana Sara Ferrer, y tras su entrega el filólogo ha agradecido la "generosidad mostrada" por el jurado hispano-mexicano de este reconocimiento, para valorar sus méritos como investigador y docente y el "servicio prestado a la unidad del idioma".
García de la Concha, en su discurso, ha recordado que el Rey, tras su nombramiento como director de la RAE, le pidió que se dedicara “en cuerpo y alma a América”. Esa petición, según ha destacado, inició una política lingüística panhispánica que consistía, fundamentalmente, en que los tres "grandes códigos" en que se sustenta y expresa la unidad de la lengua -el Diccionario, la Gramática y la Ortografía- no fueran realizados por la Academia Española sino por todas las Academias.
El ex director de la Real Academia, quien ha repasado su larga vinculación con la Universidad Menéndez Pelayo, ha resaltado además en relación a la norma de corrección que no la “dicta España, sino que es policéntrica”. De igual forma ha añadido que aunque la misión de organizar el trabajo conjunto y compartir responsabilidades fue una labor “compleja y laboriosa” resultó al mismo tiempo “fácil”, por el apoyo del Rey de los gobiernos de todos los países de Hispanoamérica.
En el acto celebrado esta mañana el director de la Academia Mexicana de la Lengua Española, Jaime Labastida, ha enfatizado en la dedicación de García de la Concha al objetivo de lograr la unidad del español. Labastida ha manifestado así que "nadie ha contribuido a la unidad de la lengua como Víctor García de la Concha, en los veinte años que ha sido leal servidor de la lengua española, señalando que esos años fueron “los más fructíferos” de la RAE.
Salvador Ordóñez, mientras tanto, ha incidido en que el galardonado es un “puente vivo” entre España e Hispanoamérica, y “personifica el espíritu de este premio" por su amplia y profunda obra intelectual.