
Pedro José Moreno Rubio es un erudito y un hombre prolijo. Su incansable quehacer le ha llevado a ser distinguido en diversidad de ocasiones: como directivo de la Asociación Cultural y Deportiva Amics del Maritim, donde esta le distingue con la insignia de plata por su labor como delegado de Cultura. En 2003 fue nombrado académico de número de la M.I. Academia Mundial de Ciencias, Tecnología y Educación y premiado por esta con una placa al Mérito Académico. En 2008 recibe el nombramiento de Caballero del Santo Cáliz por la Cofradía del Santo Cáliz de la S.I. Catedral de Valencia.
Entre los galardones en su haber por su actividad literaria, que son numerosos, cabe destacar entre otros: finalista de los Premios de la Crítica de la Comunidad Valenciana con los poemarios "Hijo de la Tierra" y "Ebrio de luz". Premio de Poesía Vicente Gaos, convocado por el Ayuntamiento de la Ciudad de Valencia por su libro "No detengáis el alba". Segundo Premio Nacional de Poesía Vicente Mojica, creado por el Ateneo de Alicante, por su poemario "Donde nace la luz". Además, Primer Premio de artículos periodísticos "Ofensiva", de Cuenca; Premio Trévede de Poesía de León, Segundo Premio CEAM de Segorbe...
Preclaro escritor, es director de la editorial Mare Nostrum. Socio fundador de la Asociación Artes y Letras de Valencia y de la Academia de la Música Valenciana. Ingresó en Amigos de la Poesía en 1983, con la publicación de su libro "Albriciador de auroras", en la colección "Adepalos", de esta asociación.
Entre las obras publicadas hacer mención, aparte de las ya premiadas y todas meritorias y en gran número, de "Sed de presencia", "Apenas voz, tal vez viento", "Nido de crisálidas", "Agrupación Literaria Amigos de la Poesía, 50 aniversario" y "Con el viento solano". Además, ha participado en diversidad de antologías de ámbito nacional.
Pedro José Moreno Rubio escribe desde la sencillez, pero con la precisión que requiere la lírica. Su verso se halla impregnado de musicalidad. Impactante, comunicativo, podría afirmar que es un poeta de la plástica, ya que su poesía se torna lienzo de imágenes concretas, certeras, de lo que describe y cómo. Realista, sentido y con sentido.
Concluyo con uno de sus poemas que lleva por título "La noche". Dice: "Se apagaron las últimas hogueras / sobre el alto perfil del horizonte. / Las espadas clavadas en el aire / perdieron su fulgor y su codicia. / En el jardín, las luces enmudecen. / Las sombras amontonan su hojarasca, / la desahuciada lumbre de los árboles, / bajo la luz primera de los astros. / Entregaos al hueco pasatiempo, / al licor espumoso de las copas, / al juego seductor y su falacia / y que rueden las cartas como pájaros / que han perdido su gusto por el aire. / Mientras tanto, / el viento os apuñala por la espalda / como un siniestro címbalo inclemente / cuya lengua golpea vuestra nuca. / Yo soy un desertor de vuestra fiesta, / un apátrida, un prófugo, un místico, / alguien que se ha perdido en la espesura / y se busca a sí mismo entre las sombras / dubitativas de los robustos pinos / bajo el vivo rescoldo de la noche. / Un astro seductor me está llamando / y su luz me conduce hacia lo oscuro, / a la ebriedad sonora del silencio. / Y dejo que la noche me enajene, / me guíe, me someta, me diluya / en el mar que me acoge y me rodea / y entro en el corazón del universo".
Artículo de Graciliano Martín Fumero
Publicado en El Día, de Tenerife
Fotografía correspondiente a la presentación del poemario de Juan Benito Rodríguez Manzanares “Poemas de Corazón y Guadaña” y perteneciente al autor del libro.