"Los Caminantes, Necrópolis", una novela de Carlos Sisí













Con "Necrópolis", el escritor Carlos Sisí (Madrid, 1971) supera la maldición de las secuelas. Si "Los Caminantes" supuso un soplo de aire renovador al universo Zombi, con esta nueva obra, el terror no tiene límites. Más te vale correr y esconderte, porque algunos de ellos corren... Y mucho.

Otro argumento de pesadilla (ojo si no se ha leído “Los Caminantes”)

Mientras los supervivientes del Polideportivo de Carranque, Malaga, continúan con sus vidas, intentando olvidar los difíciles momentos pasados por culpa del maléfico Padre Isidro, uno de sus miembros, Juan Aranda, sigue explorando el exterior gracias a su recién conseguida inmunidad frente a los muertos.

Nuevos personajes se unen a la trama: unos inocentes, como los niños Gaby y su pequeña hermana Alba; otros desalmados, como Reza y su grupo de cazadores sin sentimientos, quienes han encontrado un nuevo reto con el que satisfacer sus más bajos instintos.

Aquel día en que los muertos se levantaron

Como bien comentó en estas mismas páginas Miriam Montero, "Los Caminantes" : "... captura al lector con una narración de ritmo trepidante". Una obra que amplía y supera el universo Zombi, uniéndose a la serie norteamericana, y al cómic homónimo, "The Walking Dead" en la renovación de un género que parecía caduco o falto de ideas originales.

De repente, sin que nadie fuera capaz de entenderlo, los muertos volvieron a la vida, o a la pesadilla, porque poco quedaba ya de los hombres y mujeres que fueron una vez, solo un apetito incontrolable por hincarle el diente a cualquier ser humano vivo con el que se cruzasen.

Málaga. España. El mundo entero. Nadie escapa al avance de la terrible pandemia. Los que son atacados vuelven a su vez de la muerte, y cada vez quedan menos seres humanos. Los servicios esenciales se paralizaron, las calles se colapsaron cuando las largas caravanas de coches fueron atacadas y sus ocupantes huyeron como pudieron, abandonando sus vehículos y enseres; sus casas y a sus familiares transformados. Nadie parecía capaz de detener el Apocalipsis. Hubo supervivientes que luchaban cada día por sobrevivir a la pesadilla, unos ayudaban al prójimo y otros que solo pensaban en sí mismos. Surgió lo mejor y lo peor de los seres humanos.

Una continuación esperada

Necrópolis es, según la definición del Diccionario de la RAE: "Cementerio de gran extensión, en que abundan los monumentos fúnebres." Esa es la Málaga que recorremos de nuevo de la mano de Carlos Sisí, un enorme cementerio donde las casas y las calles, quizá cada rincón, ha sido tomado por Zombis vestidos con las mismas ropas y uniformes que llevaban antes de morir.

Segunda parte de una trilogía (Sisí, está escribiendo ya la tercera parte, que llevará por título “Los Caminantes: Hades Nébula”), El lector obtiene respuesta a un sin fin de preguntas que surgían a la hora de leer la primera parte. Por ejemplo, ¿Cómo afectó la terrible pandemia al resto del mundo? o, ¿por qué el ejército no hizo nada por impedirlo?

De todos modos, es mejor dejar las respuestas hasta el momento de leer la novela, pues muchos giros serán totalmente inesperados, pero al mismo tiempo verosímiles. Ese es uno de los grandes aciertos de la novela, plantear soluciones en la trama que inciden en la humanidad de los personajes, que dejan claro que no son superhéroes crecidos ante las adversidades, sino seres humanos que unos meses antes se dedicaban a trabajos normales y corrientes. Una realidad que aterra.

Galería de personajes inolvidables

Parecía difícil mejorar la ya extensa plantilla aportada por la apertura de la trilogía: el Padre Isidro, Juan Aranda, los miembros de "El Escuadrón de la Muerte", Moses e Isabel; también cada uno de los que no sobrevivieron a esa trama inicial, a los que Sisí humanizó de tal forma, exponiendo sus historias previas a nuestro conocimiento, que sus muertes supusieron dolorosas pérdidas.

Ese es uno de los grandes aciertos de estas novelas, las muertes de los personajes se sienten, entiendes sus razones, sus anhelos, deseos, sus sueños. No son meros números sumados a las filas de los "no muertos"; sus pérdidas dejan un poso, tienen historia y pasado.

"Necrópolis", amplía la larga lista de buenos personajes. Sisí supera el bache que podría suponer la aparición de personajes infantiles en manos de un autor menos dotado. Gaby y su hermana Alba, son niños y desprenden realidad. La trama que les tiene como protagonistas es difícil de abandonar: el poder premonitorio de ella, el modo de afrontar el día a día, las escapadas del hermano mayor en busca de alimento, el agujero donde sobreviven, Bob el ahogado; pero, sobre todo Gulich, el perro que salva a la pequeña y que les acompaña en sus aventuras. Sisí, humaniza al animal, le da el mismo peso que cualquier personaje y obliga al lector a tomarle cariño. En compañía de los niños y del perro, con sus aventuras que los lleva a conocer a "El hombre Andrajoso", una especie de Gollum desquiciado, en un logrado homenaje al inolvidable personaje de Tolkien, la novela alcanza algunas de sus cotas más altas de terror.

Sería injusto no dedicarle unos párrafos a ese otro "Escuadrón de la Muerte" que forman el psicópata Reza (de nuevo Sisí es capaz de dotar de verosimilitud hasta a la hiena más despreciable) y su pandilla de ricachones sádicos con apetencia por la caza mayor; quienes parecen llevar a la práctica la máxima de Hemingway: "Cazo porque, mientras mate o vea matar, no me mataré a mí mismo"

Tampoco sería justo olvidar ese cuaderno de bitácora o diario del capitán del barco mercante "Clipper Breeze". Legado que, además, provoca que el final de la novela te hiele la sangre.

Con "Los Caminantes, Necrópolis", como con el título de apertura de la que pronto será trilogía, el escritor Carlos Sisí renueva el género Zombi, y lo trasciende, logrando una de las más verosímiles y aterradoras cotas nunca alcanzadas por el género de terror en España. Ahora que va a publicarse la novela en inglés, sabrán que "miedo" se escribe en castellano.

Crítica de Javier López Campillo