Ventana Literaria: Juan Carlos Heredia













DESDE Mlila o Rusadir, como la denominación árabe o fenicia, actual Ciudad Autónoma de Melilla, cuna del preclaro poeta Miguel Fernández, presento en esta sección a un imaginero de la voz: Juan Carlos Heredia Puerto.
Eminente escritor, su actividad profesional le ha llevado a ocupar cargos de responsabilidad en la prensa local, redactor jefe o director en el Telegrama de Melilla, director en el digital eltelegrama.com o redactor en Melilla Hoy. Aparte, ha sido asesor de comunicación de la Autoridad Portuaria en dicha plaza. Pero no solo cultiva el arte de la palabra, sino que, además, es un destacado fotógrafo, plasmando sus instantáneas en periódicos como el reseñado Melilla Hoy, o fuera de sus fronteras, el Costa del Sol. De esta grata impronta visual que inmortaliza su quehacer fotográfico se ha exhibido en instituciones de relevancia como el Instituto de Bachillerato Leopoldo Queipo, el Centro Cultural de los Ejércitos, el García Lorca, y, traspasando este lar que gobernaran los duques de Medina Sidonia, Fitur y el Círculo de Artistas de Ronda (Málaga). Y la mayoría de su lírica visual ha merecido ser premiada en certámenes de solera como el de Jóvenes Creativos, organizado por la Escuela de Arte melillense, o el patrocinado por la Casa de Melilla en Almería.
Hombre devoto y de fe, sobre todo en Semana Santa, ha ejercido de pregonero, presentador o conferenciante en su tierra o fuera de ella.
Juan Carlos Heredia Puerto es presidente de la Unión Nacional de Escritores de España. Su tesón dentro de esta ilustre institución le ha llevado a ser merecedor del Segundo Premio en el VII Encuentro Iberoamericano de Poesía, celebrado en Málaga en 1993, y de la Medalla de Oro de San Isidoro de Sevilla en 2001.
Ha publicado dos poemarios: "La irreverencia de tu mirada", dentro de la colección malagueña "Cuadernos de la Corona del Sur", y "Geometría de sensaciones", editado por el Colectivo Cultural Giner de los Ríos, de Ronda, dentro de la colección "Cuadernos Rondeños".
Hombre romántico, realista, reflexivo... su lírica denota la pesadumbre de un amor no correspondido. Con lenguaje claro, conciso y sincero narra multitud de vivencias que le van llevando cautamente a no abrazarse a la sinrazón que a menudo confunde y acorrala.
Como muestra sirvan estos versos:
Antes de que el aire / cumpla su promesa / de olvidarte, / quisiera recordar la distancia. / El silencio / fue, tal vez, un tiempo inexistente. / Busco una palabra / con la que definir / ese infinito / que asfixia mis ojos. / Donde la distorsión / de un sueño es... tan solo / ondulada memoria / tibia de aspiraciones / a una monarquía de besos impacientes.
Artículo de Graciliano Martín Fumero
Publicado en El Día, de Tenerife