Poema de Nurya Ruiz Fernández














I

Hoy mis letras son frías,

hielo que quema entre mis dedos,

vacío hueco repleto de aire helado,

corazón roto aguijoneado

por un iceberg hiriente.

Hoy mis sentimientos son áridos,

tierra sudada en un desierto

sin oasis ni palmeras para aferrarse,

corazón cercenado

por un cactus vengativo.

Hoy mi martirio se hunde

en un duelo de amargo

sabor a Nada.

Hoy es el gran día del desamor,

de las hojas caídas,

de la lluvia en el asfalto,

de las luces que se apagan,

del desgarro en el corazón abandonado.


II

Este llanto amargo

me muerde las entrañas,

me picotea el corazón

y me postra en la desgracia.

Este llanto amargo

retuerce mis venas,

envenena mi alma

y humilla mi consciencia.

Este llanto amargo

me lo voy callando en solitario,

paladeando su angustia,

sometiéndome a su existencia.

Este llanto amargo

va abriendo surcos

de odios y desesperanzas.

Este llanto amargo

me muerde las entrañas.

Nurya Ruiz Fernández