Artículo de Mordejay Guahnich











YAMÍN BENARROCH BENZAQUÉN, UNA GRAN PERSONA

Al pronunciar el nombre de Yamín Benarroch en Melilla, nos descubrimos ante tan ilustre hombre, persona que ha escrito en mayúscula parte de la historia de la ciudad.

Yamín A. Benarroch Benzaquén fue una persona que supo elevar hasta el cenit las mejores cualidades humanas. Gran filántropo, comerciante y de reconocida piedad religiosa. Ejemplo de la participación Judía en la vida cultural y política de nuestra ciudad.

Nació en la ciudad de Tetuán en el año 1882, trasladándose muy joven a Melilla, junto a su padre y su hermano. Se dedicaron al comercio de material militar y toda clase de uniformes, se vivía por entonces época bélica con el país vecino, siendo muy preciado este material. Muy pronto se convirtieron en los proveedores oficiales del Ejército.

Dejan do lo profesional, nos adentramos en su dedicación de forma altruista y con gran develo por la Comunidad Israelita de Melilla. Preocupado por sus problemas y por la situación de sus correligionarios, ante la llegada masiva de marruecos, la mayoría en precaria situación económica.

Es difícil destacar una de sus muchas cualidades y virtudes, pero si tuviéramos que nombrar una es la ejemplo de persona caritativa. Haciendo gala del versículo (DET.7,XV) “no endurezcas tu corazón , ni cerraras la mano a tu hermano pobre”. Era tanto su grado de compromiso que en su boda sentó a varios cientos de personas muy humildes, sin diferencia religiosa. Pero el broche de oro fue la construcción del Barrio Hebreo, cediéndolo a las familias judías que vivían en condiciones míseras, para que en un plazo de 10 años pagaran un precio simbólico para tener en propiedad la vivienda. Durante este tiempo D. Yamin Benarroch se hizo cargo del mantenimiento de la barriada.

Su nombre aparece en todas las listas de donaciones y suscripciones populares y como reconocimiento a la labor humanitaria

Su fama como persona de bien y su nivel económico y social, le hizo ocupar varios cargos, entre ellos el de adjunto hebreo del tribunal Municipal. En 1927 es nombrado vocal civil de la Junta Municipal de Melilla. Es nombrado vocal de la junta de Asociación de caridad y en 193 ocupa el cargo de director . Formó parte de la comisión para homenajear al Ejército de África, Su aportación económica a este evento fue destacada.

Desde 1924 a 1930 es el máximo representante de la Comunidad Israelita de Melilla, años de mucha actividad llevando a cabo proyectos de gran envergadura, como la creación del Colegio Hispano-Israelita.

Pero quizás el reconocimiento a esta labor de ayuda a los judíos, se vio recompensada en el año 1932, al ser inscrito en el libro de oro de KKL, donde se encuentran los judíos a nivel mundial que se han distinguido notablemente.

Como reconocimiento a la memoria de su padre, llevó a cabo la construcción de la Sinagoga Or Zaruah. Para ello contrato al arquitecto Enrique Nieto. Es considerada una de las más bellas de Europa y por su puesto la más bonita de España, para orgullos de todo Melillense.

Por todo el bien que hizo, es de recibo la solicitud que numerosos melillense elevan al gobierno Español, el reconocimiento a la labor de todos estos años. No cae en saco roto y le concede la Gran Cruz de Beneficencia, cuya medalla de platino rodeada de diamante le fue regalada por suscripción popular. No fue el único reconocimiento. se le condecoró con la “Medalla de la Paz”, por su ofrecimiento de locales, mantas, medicinas y cuanto era necesario para atender a los soldado heridos durante los hechos ocurridos en Julio de 1921 en la ciudad de Melilla.

A mediados de siglo, tras caer enfermo, se marchó a Barcelona para ser intervenido, pero su cuerpo no volvió a Melilla, aunque sus obras y lo más importante su buen nombre queda latente en esta ciudad como ejemplo de Melillense.

En 1997, en reconocimiento a este gran Melillense, la Ciudad Autónoma De Melilla, siendo su presidente el Excmo. Sr. Ignacio Velázquez, se inaugura la plaza de D. Yamín Benarroch (antigua plaza de Estopiñán). También se descubre un monolito para tener latente la vida de este filántropo que se dedicó a su ciudad. A dicho emotivo acto asistieron su hijo Aquiba y sus nietos que actualmente viven en Venezuela.

Bibliografía utilizada:

Los Judíos de Melilla de Jesús F. Salafranca Ortega.

El Telegrama del Rif

Mordejay Guahnich Bitán

Investigador de historia judía y Presidente de la Asociación Cultural “Mem Guímel”

mordejaygb@hotmail.com