Artículo de Mordejay Guahnich














ES INJUSTO

Una niña de tan sólo 10 años daba su opinión sobre diferentes aspectos de la vida, ante tal espectáculo de libertad no pude más que dejar que expresara sus sentimientos y puntos de vidas desde su infancia. En esos instantes, pasaba los recuerdos de mi niñez, y no encontraba estas expresiones, palabras, opiniones. Este efímero recuerdo, se borró y en la realidad de la vida, una niña de tan sólo 10 años me hacía ver una cosa, es hija de la libertad, hija de la democracia.

Pero centraba parte de sus reflexiones en una cosa que para ella era de suma importancia, LA INJUSTICIA.

Esto es lo que nos ofrece la democracia, vivir en un estado donde la justicia impera. Y nada ni nadie nos debe secuestrar nuestros pensamientos u opiniones. Todo ello siempre que no caigamos en la demagogía de atacar a los demás ni coartar sus derechos. Yo tengo derechos, pero a base de injusticia con los demás.

Vivimos en España y estas nuevas generaciones vienen viene arrollándonos con sus convicciones democráticas en libertad. Donde todos tenemos el amparo legislativo para igualdad de oportunidades, donde nadie debe ser discriminado por razón de sexo, color de la piel, creencias religiosas o ideales.

Aquellos que no entienden esto pueden el mundo les ofrece otros escenarios donde la libertad no se ve, no eres ni persona, y en particular una niña de 10 años sabe que su futuro es ser una mujer marginada socialmente.

Pero este escenario es el ideal para los que nos quieren tapar la boca y nos brindan la oportunidad de ser meros esclavos como el pueblo judío en Egipto. Me pregunto ¿Qué serían ellos en estos países carentes de democracia?

Pero qué bonito es ser ciudadano de un país donde la igualdad impera, y da las mismas oportunidades a todos, defendidos por la legislación. Antes los atropellos podemos gritar, manifestarnos, todo ante el amparo de nuestra carta magna que es la Constitución.

Una constitución que nos protege y nos da derecho a la propia vida, justicia, libertad, igualdad de oportunidades. Sin tener en cuenta el color de piel, religión, sexo e ideología.

Por ello debemos de aprender a valorar nuestra libertad, y luchar por nuestros derechos, teniendo como límite el respeto al derecho de los demás.

Cuidemos nuestros derechos y respetemos a los demás, para que nuestros hijos/as, sigan creciendo con la libertad de decir, ESTO ES INJUSTO, POR DERECHO.

Gracias pequeñas niñas, por darme esta lección, sigue afianzando estos principios en tu vida y lucha por tus derechos, no calles ante las injusticas hacia ti y hacia los demás.

Mordejay Guahnich