Colaboración de Fortu Bitán











ANHELOS

Si supiéramos que sueñas en tus sueños con nosotros, y que no te complaces y recreas tan solo con ángeles de luz y bellos Serafines, y que esas tantas noches tuyas de olvidos y de ausencias no cegaron para siempre nuestros ojos.

Si le diste tu aliento al hombre, y a tu excelsa semejanza lo crearas, tal que a imagen tuya se hiciera digna imagen de tu imagen,¿no has de tenderle tu mano en su caída?.

Necesito saber, Dios, que este barro por tu mano modelado, nunca fuera por tu boca condenado y maldecido, aunque se sientan ofendidos y desairados los profetas que afirmaron en sus libros lo contrario.

Si al menos un leve soplo de tu aliento nos inflamara otra vez el alma, o un cálido arrullo de tu amor vivificará nuestras vidas, y sintiéramos de ti una caricia protectora, un beso de ternura rozándonos la frente desolada de surcos y sudores.

Que a una noche le siguiera no otra noche, si no el azul amanecer de la mañana, y que el oscuro invierno de la fe se tomara en primavera luminosa y siempre viva, floreciendo con su brisa los jardines, resucitando hojas, embelleciendo albas.

Sol de esperanza por el horizonte eterno de tu cielo.

Si amar no fuera solo un verbo hermoso, cuatro letras adornando una poesía, si unas alas de ilusión nos asistieran para volar con ellas los espacios de tu cielo, y comprender, tal vez, la respuesta que nos calla tu silencio.

Si descubriéramos que te asiste la inocencia, y que es el amor la blanca nube que mece tus sueños, y el bien del hombre la única meta que persigues, entonces, Dios, te bendeciríamos cada día, como al pan, que por nuestro y necesario, cada día bendecimos.

Fortu Bitán