Poema de Amalio Jiménez












Te sueño cada noche,
cada instante.
Te contemplo en mis sueños
como a un ángel
de mirada tranquila
y faz amable.
Te busco en las tinieblas
del silencio
y vivo caminante
sin Norte
ni Poniente.
Marinero
de un barco sin timón;
ave sin alas;
delfín en alta mar;
sol sin oriente.
Te busco en un camino
de asperezas
por entre los abrojos
del pasado.
Me pincharé en las zarzas,
las retendré en mis manos
y te daré a beber
toda mi sangre.
Te busco en el azul
del firmamento
y en la nube marrón
de la tormenta.
Recogeré del trueno
su destello
y marcharé con él:
iré a buscarte.
Te encontraré en mis sueños
como a un ángel
de mirada tranquila
y faz amable.
Te encontraré esperando
en las tinieblas
que yo valla a buscarte.
Te encontraré
en el mástil del navío,
el alma vigilante.
Te encontraré en las zarzas
del camino
recogiendo mi sangre.
Te encontraré en el cielo
y en la nube.
Te encontraré
en el aire.
Te encontraré, por fin,
junto a mi pecho,
dormido como un ángel.

Amalio Jiménez