Poema de Miguel Angel Matamala














AL RESUCITADO

Sólo había amor

en esa clara luz

saliendo de las tinieblas.

Un amor puro,

perenne en el tiempo

y en el espacio.

Iza la tapa de la tumba

y observa que el hombre

se hizo espíritu,

y mira como la áurea luz

dormita en los brazos

de la soledad,

y sale de ella esponjando,

sobre tierras ausentes de amor,

su anhelado espíritu

hacia la comprensión,

abriendo la primavera

con un vibrante eco,

que nos dice susurrante:

Amaos…

Miguel Angel Matamala

Marzo 2010