Poema de María Alcaraz











NO ESPERO QUE, LA VIDA, ME DÉ FLORES

(trozos de vida)

Perdida en las revueltas que, pensando,

le doy en mi cabeza, a cualquier cosa,

me encuentro frente a frente, en las esquinas,

tu figura, tu boca,…tus palabras…

Tu ser enteramente, o en parcelas,

que no te evades nunca, de mi vida.

Me sigues o caminas ante mí.

Camino ante ti, o te persigo.

Durmiendo o en vigilia,

en ti pienso.

Eres como un fantasma,

o, como nube,

que envuelve mi sentir,

todo mi tiempo.

Obnubilas mi pensar,

si pensar quiero,

en quien no seas tú

y estás presente

en todos los momentos de mi vida.

Eres igual que el aire que respiro,

a veces ni siquiera me doy cuenta,

de que es en ti en quien pienso,

cuando echo de menos,

algo que, a mis horas, dé sentido,

cuando me canso de tanta soledad

y quiero embriagar mi pensamiento

de algún perfume raro que no encuentro.

Y, aunque presiento

que a estas alturas de la vida,

ni aún siquiera,

FLORES DE OTOÑO,

habría de encontrar en mi camino,

aún, FLORES DE ARENA,

puedo hallar a mi paso.

Si en el triste desierto de mi vida,

alguna FLOR DE ARENA, me encontrara,

quiero que seas tú a quien hallara.

Si tú has de ser FLOR DE ARENA,

ven, no importa.

Aún siendo FLOR DE ARENA,

te aceptara.

María Alcaraz López