Poema de Ramón Alvarez









Vidas de Teatro


Se resiente la espera
en su eterno silencio.
Se lamenta la noche
en oscuridad plena.
Se quiebra la dicha
en la cumbre del miedo.
Cuando llegan madrugadas,
se funden cálidos cuerpos.
El amor vive oculto
en el umbral del deseo.
Ante el Teatro del mundo,
hemos de fingir de nuevo.
Temerosos, en silencio
disfrazamos sentimientos
en absurdas condenas
e insultantes juegos.
Somos diana perfecta
para "los hombres perfectos".
Cánones establecidos,
sociedad en desacuerdo.
¡Existe el derecho
de amar en plenitud!
Los seres humanos
son sueños y anhelos...

Ramón Alvarez Jiménez